Algunos saben que he estado visitando las casas que se incendiaron el sábado pasado (14may2016.)
Hoy fue mi cuarta visita, estuve por más de 3 horas, y el Sol de hoy, es ese sol al que tanta gente le tiene miedo.
Sin embargo, mi ayuda no fue del todo bien recibida, pensé ayudar al mas jodido de los habitantes. Pero el resto de los perjudicados están molestos porque consideran que él inició el incendio.
No quieren que viva más cerca de ellos, pues por su error perdieron todo lo que habían acumulado por años.
De alguna manera entiendo por qué se sienten heridos; si bien nadie salió lastimado, hay una pesadumbres difícil de platicar.
La sesión de levantar escombros fue suspendida por las lágrimas de mi "auxiliado." Su propio hermano le dijo que no debería reconstruir el lugar donde vivía. Talvéz sería mejor que buscara otro lugar donde construir.
Para el caso de ellos, el ardor de la pérdida de los bienes materiales se impuso sobre el lazo familiar. Como sucede en miles de familias, a puertas cerradas. De seguro ha pasado en tu casa también.
Con otra derrota mental en mi haber, regresé repasando en mi cabeza el coro de ésta canción de Depeche Mode, Precious.
Habla de como la fragilidad de las cosas al romperse o dañarse, dañan también a las familias.
La letra está subtitulada.
No diré más, pues no quiero caer en esa mórbida percepción de aprovecharme de una tragedia de otros para acumular tus likes.
Disfruten la rola.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario